Manuscrito a mamá en su primer año de vida energética - "La muerte ". José Nicolás Jimenez Baquero

 

Monteria 20 de enero del 2021

 

Tomasa María Martínez Baquero, Nacida el 24 de Septiembre de 1922 en la finca “La Magdalena” en el departamento de Córdoba, partió de entre nosotros el día 20 de enero del 2020 en Montería (Córdoba), en la clínica universitaria de medicina integral contando con 97 años, 3 meses, 26 días, 2 horas, tres minutos más un año de vida energética

 

El tiempo intrascendente en la conciencia de los niños y niñas quienes disfrutan desde el vientre materno los espacios que la casualidad y la causalidad han prohijado bajo esas formas de vida en desarrollo hacia transformaciones superiores en la que el parto pareciera en ellas su primera muerte transformada en el nacimiento natural de respiración

por un instante siquiera lo que la hizo ser humana para marcar un camino guiado por el cuido de sus padres en mundo ilimitado por sus múltiples posibilidades, pero limitado en el tiempo por las condiciones naturales del campo en contradicción con la ciudad, donde imperaba la nobleza cultural del campesino con sus limitaciones, al tiempo que vence al agreste y salvaje animal para el desarrollo de su vida. 

 

Disciplinada en las labores del hogar llevando y trayendo agua del río, abandonada por sus padres en manos de los padrinos ,pareja donde la mujer era su tía, aprendió con ellos los primeros rudimentos del garabatear las palabras y aprender las operaciones básicas que llevaría paralelamente con la modistería hogareña a basamentar su lucha por permanecer incólume ante la indiferencia de lo que pudiera ser y que posteriormente construiría estructurando tesoneramente, una responsabilidad con valores envidiables.

 

Como a todos los niñas y niños nacidos y criados con las limitaciones de la educación de la época con el sello de una imagen que aún incomprensible para ella, acepto hasta su transformación con un respeto reverencial aprovechado por los negociantes de las imágenes y transmitiera a sus hijas e hijo.

 

Esa limitación de la educación entregó a nuestra madre al azar de los aprendizajes de la modistería por muestra, con un conocimiento empírico que como el artesano, maduraron sus características básicas de una amabilidad incomprendida de quienes ayudaron a gestar en su vientre a sus cuatro vidas reproducidas en sus hijos: Elizabeth Brunal Baquero, Jorge Eliecer Jiménez Baquero (Posteriormente Jiménez Martínez), José Nicolás Jiménez Baquero y Evalina Jiménez Baquero; todos nacidos dentro del Feudal Sistema Jurídico de hijos naturales o punible ayuntamiento que hicieran trizas el machismo en las esbeltas figuras femeninas de la época.  Dicha condición (superada por el reconocimiento que de ellos hicieran sus padres y madre ante la Notaría para elevarlos al Registro Civil de Nacimiento y que luego con la ley de ”igualdad de derechos” que declara  la única condición de hijos, fue subsanada.

 

Fue así que formó en su naturaleza y condición de madre insuperable, la responsabilidad que trasladó a sus hijos genética y culturalmente en condiciones incipientes. Fueron ellos a partir de ahí, el motor que dio razón de ser a su vida y existencia, en un trabajo arduo y denodado al liderar su hogar mitigado por las dádivas de su segundo compañero José Nicolás Jiménez Galván.

Su carácter y temple de mujer luchadora lo que hace posible sacar adelante a sus hijos hasta cuando las fuerzas de sus piernas y manos supera a su máquina de coser marca “LINDA” y hacer posible los triunfos por ellos conseguidos por asimilar de ella sus enseñanzas y valores fundamentada en principios de modestia, honradez, voluntad y fortaleza. 

Fue su poder ético y moral en una genética trascendente, lo que hizo posible el reconocimiento y respeto de su vecindad. La solidaridad y el trabajo complementario a una familia de vecinos fortaleció su lucha y la de sus hijos a pesar de lo disímil de sus estratos. 

Ella, con base en la formación empírica que a través de la costumbre imprimía a sus hijos, con el ejemplo (a pesar de su rudeza), formó a sus hijos y los condujo a ser los profesionales actuales que, gracias a reconocer el mérito ganado por ella, fortalecieron sus condiciones de vida. 

Solidaria igualmente con su familia contribuyó a la educación, crianza y formación de sus nietos, sobrinos y sobrinas. 

Por mitades comprendimos los varones por nuestra formación, el no sometimiento a las imágenes y si a la fortaleza con las luchas de masa y junto a nuestras hermanas continuar las luchas políticas sociales de base, contribuyendo con un granito de arena a mejorar las condiciones de equidad para nuestro pueblo.


Hoy la llevo conmigo en tiempo, modo y lugar, saludándola en su nueva forma de existencia a pesar de su reposo corporal transformado en energía. Es la única imagen que llevo de mis recuerdos y aprendizajes de ella. 


En el hipotético caso que llegare a trascender con ella por sus genes, no cesaría jamás en la lucha por continuar nuestra felicidad donde quiera que esté. Mi encuentro con ella en su espacio último de tranquilidad me llena de satisfacción porque siempre deseamos su comodidad que aún incipiente crearon y mejoraron en todos, nuestras condiciones de vida.

 

Aun cuando no se le veía haciendo deportes ni bailando, etc. Disfrutaba a su manera los logros alcanzados por sus hijos y luego compartidos con ellos. Avanzada en años recibía el amor y cariño de su prole descendiente; hijos y nietos como sus hermanos y sobrinos. 

Recibió con nobleza y gratitud la felicidad que recibía de la presencia de sus hijos e hijas sobrinas y sobrinos, ahijado, amigas y vecinas que nunca le faltaron hasta verla en su último amanecer y anochecer incluyendo la celebración de sus cumpleaños que disfrutaba por partida doble.

Plácidamente fue la anfitriona número uno de la CLÍNICA UNIVERSITARIA de MEDICINA INTEGRAL frente al Barrio PORTAL DE ALMERÍA en la ciudad de Montería Córdoba donde falleció a las 2 horas, tres minutos del día 20 de enero de 2019 a la edad de noventa y siete años.

Mientras tenga vida mi felicidad en ella será siempre infinita bajo esas formas de materialidad y energía. Hasta siempre y todos los días MAMÁ.


José Nicolás Jiménez Baquero

Montería Enero 20 del 2021

 

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